
Gruta del duende
Explorar la belleza natural, en donde se dice que un duende cuida esta gruta; para bajar al interior de estas rocas solubles que revelan diferentes eras geológicas, cuenta con dos accesos acuáticos a los que se puede llegar a través del río subterráneo y desemboca en la cascada las “Brisas”. Existen dos formas de ingresar a estas grutas: por las escaleras y por rápel; el recorrido en esta gruta es bastante divertido, ya que puedes caminar entre pequeños caminos de piedra en la obscuridad con cascos que llevan luz para poder observar los detalles en el camino, ya que se debe tener cuidado al ser rocas, pero todo este recorrido es 100% seguro al ser guiado por un guía, dando equipo de seguridad necesarios, también es importante llevar ropa cómoda y tenis los cuales se puedan mojar.

Ceremonia ritual de “Los voladores”
La mejor experiencia de los visitantes es poder ver la ceremonia ritual de “los voladores” que consiste en una danza con hombres seleccionados y entrenados para esta clase de rituales. Esta actividad se realiza frente de la Iglesia de San Francisco de Asís, en donde se observa el gran tronco por el que suben los voladores y realizan la danza.

Zócalo y casco histórico
Si no quieres gastar mucho, visita el Zócalo, el cual es su plaza principal, aquí es el punto perfecto para comenzar a recorrer las calles de este hermoso pueblo, encontrándote personas que venden artesanías, dulces, pulseras, sombreros, etc. También desde aquí podrás observar la Torre del Reloj, el Kiosco y las letras significativas “Cuetzalan”, en donde pueden sacarte fotos bonitas y pasar un grato momento con tus acompañantes.

Iglesia de los Jarritos
Visita el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, cuya estructura se basa en jarras de barro que decoran la torre del campanario de la iglesia.

Mercado Callejero de Cuetzalan
A unos pocos pasos del Zócalo, se encuentra este fascinante tianguis que se colocan durante el fin de semana, pero si no es así, la calle en donde se colocan está repleto de lugares para comer, en donde existen una infinidad y uno pegado de otro, ofreciendo una gran variedad de lugares para desayunar, comer o cenar.